Las cabinas de teléfono pronto pasarán a la historia. Mientras tanto, dos artistas franceses, Benoit Deseille y Benedetto Bufalino, decidieron reconvertir -por unos días- una de estas cabinas en acuario con auténticos peces de colores. Con su luz y sus algas. Ante la mirada atónita de los peatones. Ocurrió el pasado mes en la ciudad francesa de Lyon, dentro de la cuarta edición de La Fiesta de las Luces. Un festival que, durante cuatro días, saca diferentes eventos artísticos y culturales a la calle. Y en todos ellos, con la iluminación como protagonista indiscutible. Como en el caso de este acuario en una cabina de teléfono. Aunque aquí, la luz también rivaliza en protagonismo con los peces de colores Desconocemos si la idea prosperará. Según sus creadores, la cabina - acuario es una invitación a los espectadores para “escapar y viajar“. El caso es que, como las maltrechas economías no dan para mucho en estos duros meses, quizás no sea una mala forma de acercarse al mundo marino, sobre todo en las ciudades del interior. Quien quiera llevarse la propuesta a casa y no tenga una cabina telefónica a mano, siempre puede intentarlo con el R2-D2 pecera.
Publicado por Leticia Veia
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