En mis ratos libres, para desconectar, estoy intentando realizar una colección de colgantes con sabor a mar. Me explico: Me voy a pasear por la orilla de la playa ( que me sienta de maravilla ¡!! ), busco DESECHOS DEL MAR; maderas, piedras, cristales, partículas de cañavera, etc. Todos ellos perfectamente pulidos con el paso del tiempo y de los oleajes .
No os podéis imaginar la cantidad de formas y texturas con las que tropiezo … (aunque sea difícil de entender , todavía no tengo el síndrome de Diógenes).
Cuando me meto en el estudio, selecciono los desechos y los adhiero a una base de aluminio fundido muy bien pulido, me gusta el contraste de lo alisado con lo salvaje ¡!!! ( queda muy chulo ).
¡Ayer por la tarde retomé la colección!! Realicé distintas composiciones con los agradecidos desechos para ver y sentir la primera impresión visual y al mismo tiempo, pensar si valía la pena seguir con tan agradable actividad.
Con mi Canon busque varios ángulos de visión de las distintas composiciones para retocarlas a posteriori, en la mesa de dibujo.
Al contemplar “los bodegones de desechos marineros “ se me vinieron a la cabeza las presentaciones tan apetitosas que los grandes chef de cocina realizan . Aquí os dejo un pequeño adelanto de los colgantes y broches TAN CULINARIOS . Os seguiré informando.
1 comentario:
Me encantan! Delicados contrastes!En algunos más que contrastar consigues que se amalgamen.
Estás creando las 24 horas del día?
Saludos
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